Descripción
Casa en venta de 3 habitaciones, ubicada en una zona privilegiada de Freguesia do Barco, en Covilhã, con una vista impresionante de la sierra de Argemela. Esta casa abuhardillada de 2 plantas tiene entrada en la planta baja, donde encontramos cocina totalmente equipada, chimenea con estufa y salida de aire caliente a la planta superior, calefacción central con caldera de gasoil, placas solares, amplias habitaciones con armarios empotrados. armarios empotrados, baños con plato de ducha y bañeras, toalleros calefactores y acabados de buena calidad.
En la primera planta hay dos salones con Veluxes que garantizan una excelente exposición al sol durante todo el día. La villa también dispone de garaje, bodega, despensas, lavandería, lago de peces, varios jardines con olivos y árboles frutales, zona de ocio con barbacoa y cocina exterior. El terreno está totalmente vallado y dispone de tomas de agua y luz en el exterior de la casa.
Esta propiedad es ideal para quienes buscan una casa familiar cómoda y acogedora con varios jardines, así como para inversores interesados en rentabilizar la propiedad. Con una ubicación a sólo 15 minutos de Covilhã y con excelentes accesos, esta villa es el refugio perfecto para disfrutar de la tranquilidad de la naturaleza sin renunciar al confort y la comodidad. No pierda esta oportunidad de adquirir una propiedad única en el corazón de Castelo Branco.
Barco era una parroquia portuguesa del municipio de Covilhã, con una superficie de 14,07 km² y 473 habitantes (2011). Su densidad de población es de 33,6 hab/km².
Se extinguió en 2013, como parte de una reforma administrativa nacional, habiéndose agregado a la parroquia de Coutada, para formar una nueva parroquia denominada União das Freguesias de Barco y Coutada, de la cual es la sede.
Pueblo bucólico con un paisaje espléndido, que se extiende a lo largo de la orilla norte del río Zêzere, fue durante muchos años el punto de paso de personas y mercancías, entre las orillas del río, de ahí su nombre.
También Tiene fuentes, ruinas romanas y otros restos, como los del paso árabe por la Serra da Argemela. La Serra da Argemela es rica en minerales e incluso antes de la llegada de los romanos ya era explorada en busca de ellos. Por ello, en sus laderas existen innumerables cuevas mineras y minas a cielo abierto.
Envuelta en varias leyendas hay una que le da nombre, sobre un moro que quería casarse con un moro rico. El día de la boda los moros la llevaron a lo alto de la montaña, arrojándola a un pozo muy profundo. Siempre que hay viento, se dice que se escucha el gemido de la mora entre las minas, cuevas y pozos, y la expresión en el aire-gemido-ela dio como resultado el nombre de Argemela.
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